Un santuario de ballenas en la costa suroeste de Tenerife

Por @marinatortosa27 / @aguitasubmarina

Un archipiélago en mitad del océano Atlántico tiene que ser, por fuerza, un buen lugar para el avistamiento de gran cantidad de especies de cetáceos, entre ellos, las ballenas. Diversas rutas migratorias, profundidades de hasta 3000 metros, corrientes marinas, clima tropical, mar cálido y calmado… todos los factores ayudan a que estos extraordinarios mamíferos marinos visiten y elijan las aguas de Tenerife como lugar de paso, destino y hogar. Desde BIOSEAN: Whale Watching and Marine Science queremos  introducirte en el mundo de las ballenas y acompañarte a vivir una experiencia inolvidable… ¿quieres saber más?

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Tenerife, nombrado Lugar Patrimonio de Ballenas por la Alianza Mundial de Cetáceos

La posición geográfica del Archipiélago, su origen volcánico, la transparencia y temperatura de sus aguas y la constante influencia de varias corrientes marinas son algunos de los factores responsables de la gran biodiversidad que albergan las Islas Canarias. La riqueza del fondo marino es un potente reclamo para los grandes mamíferos marinos, que se acercan a las islas atraídos por la variedad de alimentos y nutrientes que encuentran.

Más de un tercio de las especies de cetáceos que se conocen en el mundo han sido avistados en las aguas marinas que rodean Tenerife y la Gomera. Por ello, recientemente, ambas islas han sido distinguidas como Lugar Patrimonio de Ballenas por la Alianza Mundial de Cetáceos (WCA), una organización internacional que trabaja para proteger ballenas, delfines y marsopas, luchando contra la cautividad y la explotación de los cetáceos. Esta distinción es la primera que se otorga en Europa y la tercera en todo el mundo, después de Hervey Bay (Australia) y The Bluff (Sudáfrica). Esta misma organización internacional otorgó a BIOSEAN: Whale Watching and Marine Science la certificación de observadores responsables de ballenas y delfines, la única etiqueta internacional que distingue a las organizaciones de observación de cetáceos que “operan con los más altos estándares de atención para la vida silvestre local, la sostenibilidad y la experiencia del cliente”. Así que ya sabes, si quieres embarcarte en una aventura para conocer a estos increíbles animales, pero quieres hacerlo de manera respetuosa y sostenible… ¡Sin duda somos tu equipo! 

El hogar de estos cetáceos se sitúa en la franja marina previamente denominada en 2011 como Zona de Especial Conservación (ZEC) por la Red Natura 2000, que va desde El Fraile, en Teno, hasta la punta de Rasca, en Las Galletas, abarcando unos 22 kilómetros de longitud. En este lugar no solo habitan gran cantidad de especies residentes de cetáceos, aves marinas, tortugas y elasmobranquios (tiburones y rayas), sino que además forma parte de una importante ruta migratoria de ballenas barbadas y cachalotes. Durante prácticamente todo el año, en la costa suroeste de Tenerife se pueden observar diferentes especies de ballenas migratorias: rorcuales tropicales, rorcuales comunes, yubartas, rorcuales norteños, ballenas azules y rorcuales aliblancos, ordenados por frecuencia de avistamiento. No es casualidad que National Geographic haya catalogado recientemente a las Islas Canarias como uno de los diez mejores lugares del mundo para avistar ballenas en su entorno natural.

¿Aún no hemos conseguido convencerte para que vengas a conocerlas?

Las incansables viajeras marinas por excelencia

Pocas sensaciones son comparables a ver una ballena nadando en libertad. Su magnitud y majestuosidad, unidos a la parsimonia y la calma con la que realizan sus respiraciones profundas, son capaces de hacer sentir pequeño a cualquiera… Pero, ¿qué sabemos realmente de estos grandes animales?

Son mamíferos pertenecientes al orden de los cetáceos, en el cual se encuentran también los delfines y las marsopas. Generalmente, se tiende a llamar “ballena” a cualquier cetáceo de grandes dimensiones, pero esto no es del todo correcto. Las ballenas propiamente dichas poseen barbas, a diferencia de los delfines, cachalotes u orcas, que cuentan con mandíbulas provistas de dientes. Las barbas son instrumentos esenciales para la alimentación de las ballenas. Mientras nadan, llenan sus enormes bocas de agua y, con la ayuda de los músculos de la garganta y la lengua, empujan hacia fuera el agua quedándose únicamente con el alimento, atrapado entre las barbas. Podríamos decir que viajan con un enorme peine en la boca que filtra continuamente el agua del océano. ¡Pueden llegar a tener de 100 a 400 barbas según la especie de ballena!

No olvides que son mamíferos, y la presencia de pulmones en vez de branquias limita su capacidad de respiración debajo del agua. En su lugar, salen a la superficie cada cierto tiempo a respirar a través de sus orificios nasales, llamados espiráculos, los cuales se encuentran en la parte superior de la cabeza. Generalmente, las ballenas suelen tener dos espiráculos y el resto de los cetáceos dentados tan solo cuentan con uno.

¿Sabías que las ballenas cantan para comunicarse?

A diferencia de otros cetáceos, las ballenas carecen de la estructura necesari a para la ecolocalización, de la que hablamos en uno de los artículos anteriores. En su lugar, emiten una serie de gruñidos, silbidos y aullidos bajo el agua a baja frecuencia, capaces de recorrer largas distancias. Concretamente, lo hacen a través de una región de la columna de agua conocida como “canal SOFAR”, que actúa dispersando rápidamente los sonidos. ¡Son capaces de crear auténticas canciones! De hecho, muchos artistas se han  inspirado en sus melodías para crear sus propias piezas sonoras.

Pero si por algo son conocidas las ballenas, es por sus largas migraciones de miles de kilómetros, de una punta a otra del planeta. A excepción del rorcual tropical, que permanece todo el año en aguas cálidas, todas las ballenas barbadas realizan migraciones norte-sur y sur-norte en busca de las mejores zonas de cría y alimentación. Durante la época de reproducción y cría, que tiene lugar en invierno y primavera, viven en aguas cálidas. Al llegar el verano, migran hacia las aguas frías en busca de alimento, cuando el hielo de las zonas polares se derrite y genera una explosión de vida. Sus manjares favoritos, el krill y copépodos (pequeños crustáceos), pasan a estar disponibles en grandes cantidades, como si de un buffet libre se tratara.

A pesar de que las ballenas barbadas son conocidas por ser especies migratorias, el rorcual tropical está considerado como especie esporádica en Tenerife, es decir, es un visitante regular en el archipiélago durante todo el año. Otros como el rorcual común o el rorcual norteño son estacionales y llegan a Tenerife al comienzo del verano. La Asociación Tonina, con la cual BIOSEAN colabora, cuenta con un catálogo detallado de fotoidentificación de rorcuales avistados en la isla, ¡te animamos a que le eches un vistazo! 

A continuación, queremos hablarte de las especies de rorcuales visitantes que, con un poco de suerte, podrás ver en una de nuestras salidas en barco. Aun así, no hay que olvidar que estamos en el entorno natural de estos cetáceos, un santuario y no un zoo. Depende de los propios animales que se quieran mostrar o no. Pero… ¿no es justamente eso lo que hace especiales a estas excursiones?

Principales especies de ballenas en Tenerife

Rorcual tropical (Balaenoptera edeni): Se trata de la especie de rorcual más frecuente en nuestras salidas de avistamiento. Se diferencia de otras especies de ballenas por su dorso gris azulado oscuro en comparación con su cuello y vientre claros. Además, cuenta con tres crestas dorsales en el espacio entre el espiráculo y la punta de la cabeza. Es el segundo rorcual más pequeño, con una longitud media de 12 metros.

Rorcual común (Balaenoptera physalus): Esta ballena, que puede llegar a alcanzar los 27 metros, cuenta con el segundo puesto como animal mas grande existente en el planeta, después de la ballena azul (Balaenoptera musculus). Así que, si te tropiezas con ella en uno de nuestros tours, ¡prometemos que será todo un espectáculo!

Ballena jorobada o yubarta (Megaptera novaeangliae): Se distribuye por casi todos los océanos y mares del mundo. Es conocida por sus grandes aletas pectorales, que llegan a medir hasta 5 metros… ¡parecen verdaderas alas! Su nombre hace referencia a su característica costumbre de arquear el lomo antes de sumergirse. Pueden alcanzar los 18 metros de longitud y pesar 40 toneladas.

Rorcual norteño (Balaenoptera borealis): Con sus 16 metros de longitud y 30 toneladas de peso, los expertos lo distinguen del resto de ballenas por su secuencia de zambullida. Tiene un cuerpo relativamente delgado, de color gris oscuro en el dorso y gris claro en el vientre. La aleta dorsal esta un poco mas adelante que en la mayoría de los rorcuales, pero igualmente en la mitad posterior del dorso.

Cachalote (Physeter macrocephalus): ¡Recuerda que el cachalote no es una ballena! Es un cetáceo que, en lugar de barbas, posee dientes. El cachalote tiene la piel estriada, una cabeza gigante y la aleta dorsal muy pequeña en relación al cuerpo. Algunos ejemplares llegan a pesar 60 toneladas y alcanzan los 18 metros de longitud. Además, el cachalote es un auténtico buceador nato: puede llegar a bucear durante 60 minutos para satisfacer sus necesidades alimenticias.

Si quieres conocer los tesoros marinos de las aguas de Tenerife, únete a nosotros y disfruta de una experiencia increíble y sostenible. Puedes consultar nuestras actividades y echar un ojo a más artículos como este en la página web de BIOSEAN. Descubre por qué estamos certificados internacionalmente para la observación de ballenas en Tenerife visitando nuestras redes sociales: YouTube, Facebook, Instagram, Twitter y LinkedIn.

¡Hasta pronto!